“Llevo puesto un traje de baño, muy pegado y de un color llamativo que contrasta con mi piel.
Estoy metida en este espacio inmensa por alguna decisión personal que acabo de olvidar…
El color del agua es muy profundo y su movimiento muy sutil; es como un espejo que me refleja y sostiene.
Solo puedo pensar en que me habla de la mente, tan infinita y sin descubrir en su totalidad, tal como lo es el océano.
Clavo mi cabeza dentro.
¿Será que intento rescatarla o la estoy buscando?
Me da vergüenza y miedo descubrirme en lo oscuro.
¿O es que yo misma he deseado estar aquí?
La desesperación de dejar de pensar tanto me abruma.
¿Estoy estancada, atorada y no sé salir?
Siempre hay alguien con una opinión. Bajo el agua es muy difícil escucharles…
Pero al final, alguien siempre me va a ver.”
Puede verse una persona que intenta salir del agua, rescatar su cabeza… ó al contrario, una persona que está buscando su cabeza en la profundidad del lago. Incluso, pudiera creerse que es una persona que está estancada, atorada en esa posición y no sabe cómo salir.
Es una pieza que me costó mucho realizar pero me siento satisfecha porque representa bastante emoción de lo que sentía en el momento en que la cree…
El miedo y deseos de conocer tus ideas más profundas.
El conocerte desde lo más profundo y aceptando toda tu historia.
La vergüenza de que las personas sepan o vean quién eres y en qué piensas realmente.
La desesperación de dejar de pensar tanto y escuchar tantas opiniones, porque bajo el agua es muy difícil escuchar…
Pero al final, alguien siempre te va a ver. No te escondas.